viernes, 19 de marzo de 2010

DemoVisión


Caminabas en una esfera, como un hámster que nunca llega a ninguna parte. Tu revólver estaba vacío, aunque muchas veces estuvo cargado, pero hoy no lo estaba. El sol salía y la noche no acababa de ponerse, sabías que tus alas no aguantarían mucho más el peso del odio, y también sabías que tu revólver no dispararía si no le metías una puta bala. Aprendiste bien que el rencor es más doloroso que una bala en medio del pecho.
Jesús estaba a tu lado y te ofrecía clavos y martillos, y te decía que nada es igual cuando miras por encima de sus cabezas. Dejaste de caminar y esperaste, pero nada está más cerca cuando dejas de caminar.


(Públicado por primera vez, parte 6 de VUduEeByN)

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