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Quiero hablar de que en lo nuestro hay algo bueno.
Que las mentiras existen si las creas tú.
Que no hay distancia entre el cielo y el suelo.
Y la indiferencia es un hecho que puedes suplir.
Podría entender que hoy navegas en otro barco.
Que el viento dejó de soplar a mi favor.
Que la tempestad me lleva a la bordaje,
Y creer que en el abismo hay esperanza.
Quiero encontrate entre mis brazos y pedir un deseo.
Atarte a mi espalda con hilo de seda y seguir la senda de mi vida.
No mirar atrás, sólo saber que estás ahí.
Y saber que el techo de mi habitación vuelve a ser de color celeste.
En el tiempo no hay sentido,
se hace largo y espeso.
Tu ausencia es mi carencia,
Y en tu falta está mi verdad.
Quiero caminar entre nubes de algodón,
y volar como un cóndor buscando a su presa.
Que el viento anide en mi ventana de esperanza,
y que el sol dore mi piel.
Hay amagos de intención en todo lo que escribo.
Rompo mil verdades y dejo de ser yo.
Ríos largos, anchos que estallan a mi paso,
y que arrasan con nuestro barco de ilusión.
El tiempo quema todo lo que encuentra,
sueños que un día dejamos atrás.
Hoy andas perdida entre tanta hierba,
y yo camino lejos, sin mirar atrás.