jueves, 26 de noviembre de 2009

Un Cielo de Color Celeste en el Techo de mi Habitación


Quiero hablar de que en lo nuestro hay algo bueno.
Que las mentiras existen si las creas tú.
Que no hay distancia entre el cielo y el suelo.
Y la indiferencia es un hecho que puedes suplir.

Podría entender que hoy navegas en otro barco.
Que el viento dejó de soplar a mi favor.
Que la tempestad me lleva a la bordaje,
Y creer que en el abismo hay esperanza.

Quiero encontrate entre mis brazos y pedir un deseo.
Atarte a mi espalda con hilo de seda y seguir la senda de mi vida.
No mirar atrás, sólo saber que estás ahí.
Y saber que el techo de mi habitación vuelve a ser de color celeste.

En el tiempo no hay sentido,
se hace largo y espeso.
Tu ausencia es mi carencia,
Y en tu falta está mi verdad.

Quiero caminar entre nubes de algodón,
y volar como un cóndor buscando a su presa.
Que el viento anide en mi ventana de esperanza,
y que el sol dore mi piel.

Hay amagos de intención en todo lo que escribo.
Rompo mil verdades y dejo de ser yo.
Ríos largos, anchos que estallan a mi paso,
y que arrasan con nuestro barco de ilusión.

El tiempo quema todo lo que encuentra,
sueños que un día dejamos atrás.
Hoy andas perdida entre tanta hierba,
y yo camino lejos, sin mirar atrás.

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